OMP de Colombia

Programas

Programas de la Infancia y Adolescencia Misionera

1. TRIGO VERDE:

Son niños entre los 4 y 6 años que tienen poca agilidad para escribir, pero que les encanta colorear, que les cuenten cuentos y que los saquen a pasear. Prefieren el piso a las sillas. Son observadores.

Objetivo de este nivel: hacer sentir a los niños que su mejor amigo es Jesús.

2. TRIGO MADURO INICIADO:

Niños y niñas entre los 7 y los 9 años que tienen tendencia a la híper-actividad. Son excesivamente juguetones, les gusta que les den trabajo y exagerar sus historias. Son fantasiosos.

Objetivo de este nivel: Hacer crecer en el corazón del niño el amor por la Iglesia.

3. TRIGO MADURO AVANZADO:

Son chicos entre los 10 y los 12 años que se creen grandes. No les gusta mucho que los manden. Les fascina aparecer, dárselas de mucho, escribir su nombre en todas partes y que se les tenga en cuenta. Ponen cuidado a las historias de los adultos. Son reflexivos.

Objetivo de este nivel: preparar a los niños(as) a un compromiso misionero dentro de sus comunidades.

4. ESCUELA DE ASESORES DE INFANCIA MISIONERA:

Escuelas para Asesores de Infancia Misionera que se proponen formar a los Asesores de la Infancia Misionera.

5. ESCUELA DE LIDERAZGO MISIONERO INFANTIL:

Escuelas de Liderazgo Misionero Infantil que tienen como finalidad capacitar a los niños líderes de la Infancia Misionera.

6. ADOLESCENCIA MISIONERA:

Con el programa de Adolescencia Misionera, queremos que los adolescentes continúen su formación iniciada en la Infancia Misionera y se preparen para la Juventud Misionera.

¿QUÉ SE PROPONE?

Ofrecer un espacio para que nuestros adolescentes desarrollen y aprovechen sus aptitudes, su entusiasmo y sus valores con miras a la Evangelización de la Familia, el colegio, la Parroquia y el ambiente.

Objetivos:

1. Continuar la formación apostólica, iniciada en la Infancia Misionera
2. Responder a las inquietudes y necesidades propias de su edad
3. Ofrecer un ambiente acogedor en la Iglesia para que se desarrollen integralmente y participen en ella activamente.
4. Dar apertura misionera a la educación cristiana de los adolescentes
5. Orientarlos para que descubran los caminos que les permita realizarse como persona.

7. MAYO: MES DE LA INFANCIA MISIONERA

8. JORNADA NACIONAL DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA, el primer domingo de mayo.

La Jornada Mundial para la Santa Infancia fue fundada en 1959 por el Papa Pío XII, y pasó a ser uno de los medios más eficaces en la recolección de fondos para la asistencia de los niños más pobres y abandonados. El Papa Pablo VI invitó en 1972 a que estas jornadas sean aprovechadas para despertar las vocaciones misioneras.

Mons. Carlos Augusto Forbin Janson al crear la Santa Infancia quería asegurar por medio de las donaciones de los niños cristianos la supervivencia de los niños chinos condenados a morir por abandono. 

Hoy la Infancia Misionera sigue manteniendo este compromiso con los niños más pobres del planeta. Con el dinero que los mismos niños ofrecen se sostiene el Fondo Universal de Solidaridad. Con los subsidios que se entregan  a las iglesias más marginadas se intenta responder a tres necesidades de los niños:

* Protección física y moral
* Enseñanza escolar
* Educación en la fe

“Las ofrendas de los niños de todos los países contribuyen a formar un fondo de solidaridad que tiene por fin ayudar a las obras y a las instituciones de los niños más pobres” (Estatuto 18).

Esta Jornada se prepara con una cartilla y un afiche diseñados por la secretaría Nacional de Infancia Misionera para fortalecer el espíritu misionero y la solidaridad de los niños. El dinero que se recoge en este día (o en otros días) se envía a las Obras Pontificias y lo utiliza el Papa para ayudar a levantar escuelitas, hospitales y centros de salud y de bienestar en lugares realmente pobres; es decir, para atender a los mismos niños. En Colombia la Jornada Nacional se celebra el primer domingo de mayo.

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